El crecimiento esperado para 2030 se traducirá en un consumo anual de pescado de 21.5 kg por persona en 2030.
El consumo mundial de pescado per cápita ha obtenido los 20.5 kg por año y experimentado crecimiento en la próxima década, anunciado la FAO en su último Estado mundial de la pesca y acuicultura (SOFIA, por sus iniciales en inglés). Para 2018, la producción pesquera global fue de 179 millones de toneladas y se espera que esta se incremente para el 2030 hasta los 204 millones, señalados.
La captura marina se mantiene como la mayor fuente, con 84.4 millones de toneladas, mientras que la acuicultura llegó a 82.1 millones de toneladas, un máximo histórico. El crecimiento esperado para 2030 se traducirá en un consumo anual de pescado de 21.5 kg por persona en 2030.
En ese sentido, Perú se registró al 2030 una caída en su producción pesquera que superaría más del 20%, lo que la colocación sería como la más estrecha en el mundo.
“El pescado y los productos pesqueros no solo están entre los alimentos más saludables del planeta, sino también entre esos con menor impacto en el medio ambiente natural”, aseguró el director general de la FAO, QU Dongyu, en un comunicado de prensa, y subrayó que se debe destacar su rol en las estrategias de seguridad alimentaria y nutrición.
En el caso del impacto del covid-19, la FAO aclara que los datos de referencia se tomarán antes de la pandemia, por lo que se incorporó un anexo que busca capturar los efectos de la misma que rápidamente.
En el caso de la pesca industrial, esta ha caído un 6.5% a nivel mundial en comparación con años anteriores, según datos de Global Fishing Watch, citados por la FAO.
Aunque el covid-19 no afecta especies marinas, el virus ha provocado un shock “sin precedentes” para el sector, ya que las medidas de protección que los gobiernos han tomado para evitar la propagación de la enfermedad, aunque necesariamente, han impactado cada eslabón de la cadena, desde la pesca y la producción acuícola hasta el procesamiento, transporte y la documentación, de acuerdo al documento. “La interrupción del transporte internacional ha afectado sobre todo a la exportación de productos acuícolas, mientras que el fuerte descenso del turismo y el cierre de restaurantes han perjudicado de forma drástica a los canales de distribución de muchos tipos de pescado, aunque las ventas al por menor se han mantenido estables o han aumentado en el caso del pescado congelado, enlatado, marinado y ahumado con mayor capacidad de conservación”, dice el comunicado de la FAO.
Por su parte, la FAO señala que “los mercados de insumos, las dificultades de contar con mano de obra migrante y los riesgos relacionados con mercados de productos frescos abarrotados repercuten en la producción y el consumo de pescado, y las cadenas de suministro informales están sometidas a una mayor tensión debido a la ausencia de relaciones contractuales y cadenas de frío bien establecidas”.
Fuente: Diario gestión